Los primeros fósiles de
Quetzalcoatlus fueron descubiertos en
Texas, en la
formación Javelina en el
Parque nacional Big Bend (datado de hace cerca de 68 millones de años en el
Maastrichtiense7 ) en 1971 por un estudiante graduado de geología de la
Escuela Jackson de Geociencias de la
Universidad de Texas en Austin,
Douglas A. Lawson. El espécimen consistía de un ala parcial (en los pterosaurios están compuestas del brazo y el cuarto dedo alargado), de un individuo que más tarde se estimó que tenía unos 10 metros de
envergadura.
4 Lawson descubrió un segundo sitio de la misma edad, cerca de cuarenta kilómetros del primero, donde entre 1972 y 1974 él y el profesor
Wann Langston Jr. del
Museo Memorial de Texas desenterraron tres esqueletos fragmentarios de individuos mucho menores. Lawson en 1975 anunció el hallazgo en un artículo en la revista
Science.
8 Ese mismo año, en una carta posterior en la misma publicación, él hizo al ejemplar grande original, TMM 41450-3, el
holotipo de un nuevo género y especie,
Quetzalcoatlus northropi. El género se refiere a la deidad
mexica Quetzalcóatl, representada como una serpiente con plumas. El
nombre de la especie honra a
John Knudsen Northrop, el fundador de la
Corporación Northrop, quien estaba interesado en diseños aeronáuticos sin cola de
ala volante similares a
Quetzalcoatlus.
9 Al principio se asumió que los ejemplares menores era juveniles o formas subadultas del tipo mayor. Más tarde, cuando más restos fueron hallados, se consideró que podrían ser de una especie separada. Esta posible segunda especie de Texas fue provisionalmente nombrada como
Quetzalcoatlus sp. por
Alexander Kellner y Langston en 1996, indicando que su estatus era muy incierto como para darle un nombre completo de especie.
1 Los especímenes son más completos que los del holotipo de
Q. northropi, e incluyen cuatro cráneos parciales, aunque son mucho menos masivos, con una envergadura estimada de 5.5 metros.
10
El espécimen holotipo de
Q. northropi aún tiene que ser descrito. Mark Witton y colegas en 2010 han considerado que los restos son indistinguibles de su contemporáneo
rumano Hatzegopteryx. Si
Q. northropi está lo suficientemente completo como para ser distinguido de otros pterosaurios (o de otra manera sería un
nomen dubium),
Hatzegopteryx puede representar el mismo animal. Es probable que los grandes pterosaurios como
Q. northropi pueden haber tenido amplios rangos geográficos transcontinentales, haciendo su presencia tanto en Norteamérica como Europa poco sorprendente.
3 Mark Witton
et al.señalaron que el material craneal de
Hatzegopteryx y de
Q. sp. difieren demasiado como para ser considerados del mismo animal, lo que haría probable que si
Q. sp., no es idéntico a
Quetzalcoatlus northropi, representa entonces un género distinto.
3
Una vértebra cervical de un azdárquido, descubierta en 2002 en la
formación Hell Creek del Maastrichtiano, puede pertenecer también a
Quetzalcoatlus. El espécimen (BMR P2002.2) fue recuperado accidentalmente cuando éste fue incluido en un bloque recubierto de yeso preparado para transportar parte de un ejemplar de un
tiranosáurido. A pesar de esta asociación con los restos de un gran
dinosaurio carnívoro, la vértebra no muestra evidencia de haber sido masticada por el dinosaurio. El hueso viene de un individuo de pterosaurio azdárquido con una envergadura estimada.